Las redes sociales
han afectado tanto positiva como negativamente sobre las emociones de los
adolescentes. En los últimos años, las
redes sociales han cambiado el modo de comunicación. Actualmente, la
comunicación es mucho más instantánea y eficaz que hace unos años. Esto provoca
un refuerzo positivo más inmediato.
El mayor acceso a
la gratificación aumenta el uso y, en consecuencia, disminuye las interacciones sociales.
Según los últimos estudios, los adolescentes
presentan más dificultades para identificar señales emocionales cara a cara. Lo
que, a su vez, disminuye las interacciones físicas por las dificultades que
éstas les provocan.
Por otro lado, y
de manera positiva, ha crecido la
participación de los jóvenes en temas sociales y políticos. Gracias a
las redes sociales los jóvenes están más informados y reivindican más su
posición en asuntos sociales y políticos a través de estos medios.
Finalmente, la aparición del fenómeno Instagrammer y
Youtuber ha fomentado una nueva forma de expresión emocional. Los
youtubers se desnudan emocionalmente delante de millones de personas. Este
nuevo modelo premia la espontaneidad, lo natural, lo cercano y con ello, lo
emocional. Estos “youtubers” han conseguido acabar con la diversidad, han
facilitado que muchos jóvenes muestren sus emociones y que sean capaces más de
empatizar.