lunes, 17 de agosto de 2020
El estrés diario y alteraciones de la salud física
Las alteraciones nerviosas y hormonales que genera el estrés tienen repercusiones de varios tipos sobre nuestro estado de salud. A continuación puedes ver cuáles son las principales.
1. Trastornos
gastrointestinales
Existen diversos trabajos que
relacionen el estrés diario con el curso de algunas enfermedades médicas
crónicas. Los trastornos gastrointestinales han recibido cierta atención, como
la enfermedad del Chron o el síndrome del intestino irritable.
Con respecto del síndrome del
intestino irritable varios autores han indicado la conveniencia de implementar
programas cognitivo-conductuales de afrontamiento del estrés destinados al
tratamiento de estos pacientes y más aún si se tiene en cuenta que los
tratamientos médicos son únicamente de tipo paliativo.
2. Artritis reumatoide
Algunas investigaciones han
vinculado el estrés de los sucesos vitales con la aparición de la artritis
reumatoide, si bien parece que el estrés, sobre todo el estrés diario, juega un
papel en el agravamiento de los síntomas. Existe cierta controversia en cuanto
a si actúa mediando en cambios inmunológicos asociados al estrés o si lo hace
aumentando la sensibilidad a la respuesta del dolor.
3. Cáncer
Ya en el 1916 el estadista Frederick. L. Hoffman apuntó a la baja prevalencia del cáncer entre los pueblos primitivos, sugiriendo una relación estrecha entre el desarrollo de esta enfermedad y el estilo de vida de las sociedades modernas.
En 1931 el médico misionero Albert Schweizer observó este mismo fenómeno, así como el antropólogo Vilhjalmur Stefansson en 1960. Este último explica en su libro Cáncer: enfermedad de la civilización, cómo al alcanzar el ártico observó la inexistencia del cáncer entre los esquimales y cómo esta enfermedad aumentaba su prevalencia a medida que los pueblos primitivos del ártico entraban en contacto con el hombre blanco.
Más recientemente, se ha visto
que el debilitamiento del sistema inmune que acarrea el estrés está relacionado
con una mayor presencia del cáncer.
4. Migraña
Varios autores han informado
de una estrecha relación entre las contrariedades y los síntomas de la migraña.
Un incremento de los estresores diarios produciría mayores dolores de cabeza,
asociándose tanto a la frecuencia como a la intensidad del dolor.
5. Enfermedad arterial
coronaria
El estrés diario puede agravar
los síntomas de la angina de pecho en pacientes con enfermedad arterial
coronaria. Por otro lado, el incremento del estrés podría predecir la angina de
la siguiente semana,
6. Respuestas cardiovasculares
Existe relación entre el
estrés y la hipertensión y/o enfermedad arterial coronaria y juegan un papel
importante aumentando la presión arterial.
7. Enfermedades infecciosas
Varios autores señalan el
estrés diario como un factor que aumenta la vulnerabilidad a padecer
enfermedades infecciosas como las infecciones del tracto respiratorio superior,
la gripe o las infecciones por virus herpes.
8. Sistema inmunológico
La literatura que vincula la
implicación del estrés en relación al funcionamiento del sistema inmunológico
es muy abundante. Este efecto podría observarse en enfermedades mediadas por el
sistema inmune, como las enfermedades infecciosas, el cáncer o las enfermedades
autoinmunes.
Esta influencia del estrés en
el sistema inmunológico se ha observado tanto en estresores agudos (un examen),
como estresores crónicos (desempleo, conflictos con la pareja) o sucesos
vitales (pérdida del esposo).
No existe tanta literatura en
cuanto a la influencia del estrés diario, si bien se ha observado que los
eventos positivos en nuestra vida se relacionan con un incremento de un
anticuerpo, la inmunoglobulina A, mientras que los eventos negativos tienden a
reducir la presencia de este anticuerpo.
El Estrés
El estrés puede definirse como un conjunto de reacciones fisiológicas que se presentan cuando una persona sufre un estado de tensión nerviosa, producto de diversas situaciones en el ámbito laboral o personal: exceso de trabajo, ansiedad, situaciones traumáticas que se hayan vivido, etc.
Cómo nos afecta el
estrés
Un evento estresante siempre
conlleva un cambio o la expectativa de un cambio, en este sentido constituye
una amenaza a la homeostasis (equilibrio natural del organismo), por lo que nos
pone en alerta. El potencial estresante de un suceso vital está en función de
la cantidad de cambio que conlleva: a mayor cambio mayor probabilidad de
enfermar.
La sobrecarga que supone el estrés para el cuerpo no actúa de forma específica, predisponiéndonos para una enfermedad en particular, más bien nos deja en un estado de indefensión, mermando la capacidad general de nuestro cuerpo de regenerarse, defenderse y recuperarse, haciéndonos más vulnerables.
Los sucesos menores, las “pequeñas contrariedades” como por ejemplo el típico atasco en la carretera en hora punta, forman el gran grueso de pequeños eventos estresantes del día a día. Al contar con la fuerza de la costumbre, estas incomodidades del día a día pasan a formar parte de nuestra rutina, las incorporamos como algo habitual, normalizándolas, y respondemos menos a estas pequeñas complicaciones que a los grandes cambios vitales.
Se piensa que este tipo de estrés diario, por su impacto acumulativo, podría constituir una mayor fuente de estrés que los grandes cambios vitales y sería mejor predictor de la alteración de la salud, particularmente de los trastornos crónicos.