Síntomas psíquicos del estrés
§ Sensación de tensión permanente
Debido a la reacción química
del estrés, tanto tu cuerpo como tu mente se encuentran bajo tensión durante
mucho tiempo. Si sufres más a menudo los síntomas del estrés, es probable que
experimentes una atmósfera de tensión constante. Ya no puedes encontrar un
momento de descanso, y esto a su vez te agota aún más. Por desgracia, los
síntomas del estrés también tienen como consecuencia el que te sientas tenso
cuando llega el momento de ir a dormir, de tal forma que el cansancio se
acumula. Además, al tener la mente siempre ocupada, resulta complicado poder
encontrar descanso psíquico. Estamos pensando constantemente y así agotamos
nuestra mente. Al cabo de un tiempo, esto puede acarrear consecuencias sin
precedentes como lo puede ser el burnout.
§ Irritabilidad
o irascibilidad
Si estás sobrecargado de
trabajo, suele ser difícil mantener la calma y reaccionar amablemente. Cuando
el estrés y los síntomas del estrés alcanzan su punto álgido, puede incluso
llegar a ocurrir que le levantes la voz a tus seres queridos, y esto se debe a
que ya no sabes cómo afrontar la situación. En muchos de los casos, la
irritabilidad la provoca una pregunta o una conversación que te obliga a tener
que pensar. Algo tan sencillo como «¿Qué tal te ha ido el día?» puede estar
fuera de lugar porque entonces tienes que ponerte a pensar y dar una respuesta.
§ Llorar
y/o estar deprimido
Teniendo en cuenta que las
personas que sufren constantemente algunos síntomas del estrés a menudo ya no
saben muy bien qué hacer o se sienten desgraciados por culpa del estrés
permanente, suelen llorar con frecuencia. Debido al agotamiento permanente,
puede ocurrir que estas personas se vuelvan deprimidas. En los casos extremos
de estrés prolongado, y en consecuencia del agotamiento, incluso podemos llegar
a desarrollar una depresión.
§ Apreciar
menos o no apreciar la vida
Como resultado del agotamiento
y de eventuales crisis de llanto, puede llegar a ocurrir que perdamos el placer
de vivir. Estamos sometidos a un estrés permanente y, cuando tenemos un rato
libre, preferimos estar solos y no hacer nada. Sin embargo, en muchos de los
casos, nuestra mente no podrá encontrar descanso alguno y seguirá
reflexionando. En estas situaciones, podemos pasar momentos difíciles con
nuestros seres queridos porque estamos derrotados y de mal humor. Estamos todo
el tiempo intentando encontrar algo de descanso o llevar a cabo enérgicamente
actividades agradables, pero lo más probable es que en poco tiempo el estrés y
los síntomas del estrés exijan lo mejor de ti mismo.
§ Menos
autoestima
Cuando padecemos de estrés y
algunos de los síntomas del estrés, suele ocurrir que las personas desarrollen
una gran falta de autoestima. Debido a que estamos bajo estrés permanente,
encontramos dificultades para hacer nuestro trabajo. Al no ser capaces de hacer
frente a semejante carga de trabajo como solíamos poder hacer antes, esto puede
generar un sentimiento de impotencia. Por otra parte, debido a que las
frustraciones se van acumulando y ya no somos capaces de mantener la calma,
podemos también tener discusiones con más frecuencia. Por lo tanto, el estrés
continuado y los síntomas del estrés también pueden empezar a afectar a tus
relaciones. Todo esto puede a su vez, transcurrido poco tiempo, dar origen al
sentimiento de «que no valemos nada».
§ Aislamiento
social
Ya no te quedan fuerzas para
llevar a cabo enérgicamente ninguna actividad porque el estrés y los síntomas
del estrés te exigen lo mejor de ti. Es muy posible que prefieras estar solo
cuando ya no estás en el trabajo. El aislamiento social suele surgir cuando el
estrés es excesivo y puede dar origen a una agravación del sentimiento
pesimista que experimentamos.
Síntomas cognitivos del
estrés
Ø Los
errores aumentan mientras que el nivel de rendimiento disminuye
Al cabo de cierto tiempo, vas
a poder notar que los síntomas del estrés te van a exigir lo mejor de ti, y que
por lo tanto vas a empezar a cometer más errores. Debido a que la preocupación
por el estrés es constante, llegas a estar tan agotado que ya no eres capaz de
emprender tantas actividades como solías poder hacer antes y que además cometes
más errores en tu trabajo. Sin duda esto no va a hacer ningún bien a la imagen
que tienes de ti mismo, a tu autoestima, por lo que se va a empezar a formar un
círculo vicioso de los síntomas del estrés.
Ø Problemas
de concentración
Debido a que estás
constantemente pensando en el estrés, a menudo resulta difícil poder pensar en
otra cosa. Lo cierto es que estás preocupado por todo lo que te queda todavía
por hacer y eso te desanima. A causa de estos pensamientos, a menudo ya no
puedes concentrarte expresamente en lo que estás haciendo. Además, el
agotamiento también va a hacer que estés menos concentrado en lo que haces.
Ø Problemas
de memoria
Además de los problemas de
concentración, cuando existe un estrés prolongado, también suele ser habitual
sufrir problemas de memoria. A decir verdad, los síntomas del estrés tienen
como consecuencia una producción excesiva de cortisol, dando lugar a una
sobrecarga de ciertas regiones del cerebro y limitando así su receptividad.
Esto puede eventualmente acarrear ciertos problemas cuando quieres recurrir a
tu memoria.
Ø Preocupación
Tanto el estrés como los
síntomas del estrés pueden hacer que estés preocupado en situaciones de estrés excesivo.
Tu cerebro y tu mente pueden quedar saturados, de ahí que a veces el encontrar
una solución sea una tarea difícil. Si estás pensando constantemente en el
mismo problema y no puedes encontrar una solución, esto es lo que se denomina
la preocupación. La preocupación está estrechamente vinculada a diferentes
síntomas del estrés, y los síntomas del estrés se agravan recíprocamente.
Ø Indecisión
Tu autoestima afectada por los diferentes síntomas del estrés que experimentas y debido a que está constantemente preocupado por los mismos problemas, también puede ocurrir que padezcas de indecisión. Ya no te atreves a tomar decisiones importantes y estás siempre dudando en cuánto a cuál es la mejor elección que se puede hacer.