👉ACABA CON EL AUTOENGAÑO
Mantente abierto a las percepciones y opiniones que te puedan hacer amigos y familiares. Si bien no necesariamente sean acertadas, es importante que simplemente las tengas en cuenta y no te cierres a las personas que son importantes para ti. Hazte preguntas sobre cómo te sientes, después de ver a esa persona, si te hace sentir débil o te anima. Cuando no estás con la persona, pregúntate si tienes deseos de verla, o si sientes algo malo va a pasar si no la ves, o si lo sientes como obligación.
Pregúntate si sientes miedo antes o después de pasar tiempo juntos, o si te sientes intimidado (a), decepcionado (a), lastimado (a) por cosas que te dice o te hace.
👉TU NO ERES EL/LA ÚNICO (A) CULPABLE DE QUE LA RELACIÓN NO FUNCIONE
El paso más importante para desprenderte de una relación tóxica es darte cuenta que a pesar de que lo que la pareja te diga, tú no eres el único culpable o responsable de que no salgan bien las cosas en la relación.
👉CONOCE CUÁL ES EL ANTÍDOTO DE LO TÓXICO DE LA RELACIÓN
Independientemente de continuar o no con la relación, es necesario atender estos problemas no resueltos. Ya que, de hecho, romper el hielo con una relación no es garantía de que el problema termine ahí. Pues existen riesgos de que puedas volver a entrar a otra relación tóxica en el futuro. Esto tampoco significa que hay que quedarse adentro de la relación. Cuando una pareja se hace mucho daño es muy difícil resolver los problemas, y pocas veces son capaces de encontrar la fuerza para hacerlos, por lo que conviene romper y distanciarse de la relación tóxica.
👉DI NO AL MIEDO, MERECES ALGO MEJOR
Es importante que se dé cuenta que puede vivir sin esa persona. La razón principal por la cual permanecemos en relaciones tóxicas demasiado tiempo tiene que ver, la mayoría de las veces, con el miedo a no poder encontrar a alguien mejor. Esto ocasiona que soportemos muchas cosas que no deberíamos de tolerar. Un hombre que fue abandonado de niño por su padre, por ejemplo, puede permitir actitudes y acciones de su pareja que lo dañan, por miedo a que su pareja lo abandone.
