miércoles, 30 de junio de 2021

HAGAMOS UNA PAUSA... ¡REFLEXIONEMOS!


 

RELACIONES TÓXICAS EMERGEN EN TIEMPO DE PANDEMIA

 “Las relaciones de pareja disfuncionales se han convertido en algo cotidiano y, hasta en cierta medida, aceptado y tolerado por sus protagonistas, familiares y cercanos, a pesar del dolor, sufrimiento y desarmonía que producen”, afirman científicos.

Importante mencionar que una relación tóxica se establece entre dos tipos de personas: la manipuladora y la que es susceptible a la culpabilidad, es sensible y vulnerable.

Manuel Guzmán, psicólogo, señala que las relaciones tóxicas pueden vivirlas no solo las parejas sino también los amigos, entre compañeros de trabajo e incluso con familiares. Los signos que deben alertar de que se está en una relación de este tipo con frecuencia son indirectos y subjetivos, lo que le dificulta a la víctima percibirlos y peor aún alejarse.

Guzmán recomienda prestar atención si la persona se siente juzgada (o), desvalorizada (o), descalificada (o), manipulada (o), no querida (o), acosada (o) o maltratada (o). 

¿Por qué se permite el abuso?

Por lo general, las personas permiten una relación tóxica por diversas razones, entre ellas baja autoestima, miedo a la soledad e inseguridad, creen que son la solución a los problemas del otro y por temor a lo que esté por venir.

Tanto Leyset como Guzmán afirman que es posible hacer un alto en el camino, y empezar una vida nueva, aunque el proceso puede ser lento.

El primer paso, es darse cuenta del problema y para ello los especialistas sugieren que la gente se cuestione, por ejemplo, ¿realmente merezco estar en esa relación?, ¿Quiero vivir de verdad así? y ¿Cómo puedo retomar las riendas de mi vida?

Lo más importante, es desprenderse del sentimiento de culpa y para ello la asistencia de un profesional en este proceso es esencial, pues cuenta con las herramientas para ayudar a salir de una relación que se ha vuelto dañina.