¿Qué es el duelo?
En
líneas generales el proceso de duelo se define como el proceso normal y
necesario de adaptación a una pérdida. La pérdida puede ser ampliamente
entendida como pérdida de un ser querido, una ruptura sentimental, pérdida de
empleo o de rol, etc.
El
duelo es un proceso
La
primera acepción de “Proceso” en el diccionario de la Real Academia de la
Lengua es “Acción de ir hacia adelante”. El proceso de duelo es un proceso
cambiante, con subidas y bajadas, pero que, como su definición indica, siempre
va hacia adelante e implica movimiento y acción.
Una
parte importante de la resolución del duelo pasa por que el doliente tome parte
activa en él, es decir, es una cuestión de decisión y de que la persona
afectada se haga responsable de su proceso. El tiempo ayuda a poner distancia
con el hecho en sí, a adquirir perspectiva, reflexionar y dolerse. Sin embargo,
el tiempo no es curativo en sí mismo: lo curativo es lo que el doliente hace y
se permite sentir durante ese periodo.
En
este sentido, el deudo puede elegir sobre “cómo” resolver el duelo, es decir:
cómo afrontar el vacío de la pérdida, como resolver la duda de qué hacer con
las pertenencias del fallecido, permitirse dejar sentir el dolor o no, pedir
ayuda o no. Sigmund Freud lo definía como “el trabajo del duelo” en referencia
a la parte activa -de acción y compromiso- que conlleva la resolución y
afrontamiento de este proceso.