lunes, 25 de enero de 2021

Hondureñas Cambiando La Historia

En el marco de la celebración del Día de la Mujer Hondureña, recordamos la historia y por qué aplaudimos este día. Celebremos a las mujeres hondureñas por todos sus logros.



Historia del Día de la Mujer Hondureña

El 25 de enero de 1954 los palcos y pasillos del Congreso Nacional de Honduras se encontraban abarrotados de mujeres que habían llegado allí para presenciar el último debate sobre una nueva iniciativa, presentadas por un grupo de diputados, para instituir el sufragio femenino. Esta vez, los resultados del debate eran predecibles: entre los representantes de la Cámara existía un consenso de que «era la hora» impostergable para otorgarle a la mujer hondureña sus derechos políticos. Después de que fue leído y puesto a discusión el dictamen de la Comisión Primera de Legislación, que era favorable al proyecto de decreto, 17 de los 47 diputados presentes razonaron su voto a favor del proyecto y, seguidamente, fue sometido a votación siendo aprobado por unanimidad. Las mujeres que habían llegado a la Cámara como espectadoras ovacionaron a los legisladores y entonaron el himno nacional.

Razones para celebrar el día de la mujer hondureña

Han pasado casi 65 años desde que las mujeres hondureñas consiguieran su derecho al voto. Por suerte, no ha sido su único logro. En los últimos años, el Gobierno ha realizado bastantes avances políticos y legislativos relacionados con los derechos de la mujer y la igualdad de género. Algunos de los principales son:

  •   Ley de Igualdad de Oportunidades de la Mujer
  •  Ley de Igualdad Salarial
  •  La Ley de Lucha contra la Violencia Doméstica
  •  Cupos electorales para aumentar la participación política de las mujeres
  • Tipificación del feminicidio como delito
  • Política y el Plan Nacional de Acción contra la Explotación Sexual Comercial y la Trata de Personas (2016 – 2022)

¿Qué significa ser mujer en nuestra sociedad?

Durante la historia de nuestra sociedad, el rol de la mujer se ha ido transformando. Al comienzo, en culturas prehistóricas, el papel de la mujer era básicamente de recolección, mientras que el hombre era el encargado de la caza. En las sociedades más recientes, la mujer era la encargada del cuidado de los hijos y del hogar, y sólo en caso de un muy mal estado económico familiar, la mujer buscaba trabajo fuera del hogar. Cambios en el mercado laboral, especialmente debido a la revolución industrial y a las grandes guerras del siglo XX, permitieron a las mujeres una mayor inmersión en el mercado laboral. En la sociedad actual, basadas en una estructura de parentesco flexible que ayuda mucho a la responsabilidad compartida con el hombre, muchas mujeres buscan navegar el mar del mercado laboral más allá del núcleo familiar del cual constituyen la pieza fundamental. Las razones son diversas: libertad, independencia económica, valorización individual, motivación, recupero de una carrera o actividad postergada, etc.



Para llevar adelante la actividad laboral, la de pareja y la maternidad, las mujeres cuentan con una intuición, una inteligencia práctica y una sensibilidad exquisitas. Y es justamente dicha sensibilidad el don que complementa las virtudes del hombre. Pero la participación laboral de la mujer en la sociedad, más allá del núcleo familiar, no es prioritaria para todas las mujeres. Hay muchas mujeres que hacen foco en su rol de madres y se dedican de lleno a su familia sin realizar ningún trabajo profesional fuera del hogar. Aquí es importante hacer una mirada diferente y destacar que la mujer administra una empresa llamada HOGAR. En dicha empresa, se requiere de finanzas, de cumplimiento de horarios, de actividades concretas, de educación, de tolerancia, de integración de equipo, de servicio, de conocimientos, de motivación, de pasión, etc. El problema es que la sociedad no valora esta gran tarea, ya que asume que ser madre y eje del hogar es prácticamente una obligación de la mujer adquirida por el mero hecho de ser mujer, y que esta tarea no es remunerada como cualquier otra actividad. Las mujeres de hoy se desenvuelven y se desarrollan en un medio que estimula la persecución de nuevas metas, por lo cual, muchas veces se debaten entre la procreación y la administración del hogar y la necesidad de crecimiento personal. 

Si trabajan, se debaten entre la culpa por la disminución del tiempo con su familia y la lucha por crecer en un universo laboral que les demanda atención completa, llevando a la mujer a un nivel de auto exigencia enorme para sostener los pilares del trinomio hijos, pareja y trabajo. Hablamos de los roles de la mujer en la sociedad actual: madre, esposa o pareja, trabajadora, administradora y sostén emocional del hogar, pero no debemos olvidar que el primer rol de la mujer en la sociedad es justamente ser mujer, con su identidad y su femineidad, es no adoptar características masculinas para ser más aceptada en un mundo en el que todavía existen desigualdades de oportunidades.





Las Mujeres en la Psicología

 


El 25 de enero se celebra el Día de la Mujer en conmemoración de la jornada histórica que significó la primera conquista política de las mujeres hondureñas, en la que fueron reconocidos sus derechos políticos a través del Decreto N° 29 de 1955 durante el gobierno del Dr. Julio Lozano Díaz. En el marco de tan significativa celebración, veremos como las mujeres también han contribuido fervientemente en el campo de la Salud Mental.

Históricamente las ciencias han sido representadas por hombres, los grandes iconos del desarrollo humano son mayormente eruditos masculinos, siendo las mujeres relegadas a planos menos visibles, pero llevando entre sus logros grandes contribuciones en el campo científico.

La Psicología no es la excepción, pocas son las féminas de las cuales se tiene pleno conocimiento de sus aportes al diseño y desarrollo de la Psicología, la cual se ha convertido en un problema de carácter global, gracias a la injerencia de situaciones sociales y de salud sumamente estresantes.

«De la cuestión de las mujeres en la ciencia a la cuestión de la ciencia en el feminismo» fue la evolución descrita por Sandra Harding (1996) respecto a las críticas feministas de la ciencia a partir de la década de los 70.

Algunas de las pioneras psicólogas no sólo estuvieron presenten en los orígenes de la Psicología, también obtuvieron un reconocido prestigio como científicas entre sus contemporáneos. Así, en el directorio de Cattell, Christine Ladd-Franklin, Mary Whiton Calkins y Margaret Washburn estaban etiquetadas como psicólogas «eminentes». Christine Ladd-Franklin fue reconocida por su particular teoría de la visión de color. Mary Calkins fue doble presidenta de la American Psychological Association (en 1905, la decimocuarta de ambos sexos y la primera mujer presidenta) y de la American Philosophical Association (en 1918).

Hablemos de una mujer de la cual todos escuchamos en el curso de la carrera de Psicología; La psiquiatra Karen Horney, una de las primeras precursoras femeninas, nacida en Alemania en 1885, quien fue una de las principales representantes del neofreudismo, un movimiento que desafió las convenciones del psicoanálisis tradicional y permitió que esta orientación teórica se ampliase, especialmente en el campo de la neurosis. Fue la primera mujer psiquiatra que publicó ensayos sobre la salud mental femenina y en cuestionar los planteamientos biologicistas con respecto a las diferencias de género de sus predecesores, por lo que es considerada la fundadora de la psicología feminista.

Karen Horney: Libros

El mejor libro de Karen Horney es Neurosis and Human Growth (1950).

También escribió versiones más "populares" como The Neurotic Personality of Our Time (1937) y Our Inner Conflicts (1945).

Sus ideas y pensamientos sobre la terapia pueden encontrarse en New Ways in Psychoanalysis (1939).

Para una profundización a los orígenes de la psicología feminista, lea Feminine Psychology(1967).

Y para leer sobre autoanálisis lea Self-Analysis (1942).

La Psicología sigue siendo influenciada y desarrollada por mujeres, hablaremos de una autora más contemporánea Jean Baker Miller. Fue un psiquiatra, psicoanalista, activista social, feminista y autor. Ella escribió Hacia una nueva psicología de la Mujer, que trae pensamiento psicológico junto con la teoría relacional-cultural.

Editó Psicoanálisis y de la Mujer (1973), y luego escribió Hacia una nueva psicología de la Mujer (1976), que se ha convertido en un clásico en su campo y ha sido traducida a veinte idiomas.  Miller describe el "modelo relacional" del desarrollo humano ("Teoría Relacional-Cultural"), proponiendo que "las relaciones de crecimiento fomentando son una necesidad humana central y que las desconexiones son la fuente de la psicológica problemas. "Inspirado por Betty Friedan mística femenina, y otros clásicos feministas de la década de 1960, Teoría Relacional-Cultural propone que" el aislamiento es una de las experiencias humanas más dañinas y se trata mejor volviendo a conectar con otras personas ", y que los terapeutas deben "fomentar un ambiente de empatía y la aceptación para el paciente, incluso a costa de la neutralidad del terapeuta."  La teoría se basa en observaciones clínicas y trató de demostrar que "no había nada malo con las mujeres, sino más bien con la cultura moderna y como las veía”

Ella luchaba por demostrar que las mujeres no eran inferiores si no, más bien que la sociedad y las normas establecidas la premeditaban a ser inferior, esto se da desde la infancia, el tipo de tareas que se les asigna a las niñas, los colores y lo que debe o no debe hacer, esto al pasar de los años y crecer la dejaría con las ideas de que esta “para servir” que no puede opinar ni seguir convicciones o ideales.


Algunas de sus obras son:

Hacia una nueva Psicología de la Mujer (1976)

Psicología de la Mujer (1992)

The Healing Conecction (1997)

Como estas dos grandes representantes de la Psicología femenina, existen otras más que se suman al crecimiento y estudio de la salud mental y en todos los campos científicos y laborales, a paso constante las mujeres se abren camino en un mundo mayormente “masculino” luchando por inclusión, igualdad y equidad.