miércoles, 26 de agosto de 2020
¿Qué cosas puedes hacer para aumentar tu motivación?
La motivación es dinámica, está en continuo movimiento de flujo, es un estado de crecimiento y
declive perpetuo. Hay días en los que se puede notar mucha energía para luchar
por algo y otros en los que cuesta mucho arrancar una conducta.
Teniendo en cuenta las características tan complejas que tienen los procesos de motivación hay algunas cosas que se pueden hacer para aumentarla.
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Desarrolla un buen plan de acción. Divide tu meta final en pequeñas submetas. Estas serán hitos que irás
consiguiendo y sentirás que te acercan a tu meta final. No
olvides celebrar cada uno de ellos.
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Guarda tu energía física y psíquica para emplearla en lo que realmente quieras conseguir. No la
malgastes en cosas que te alejen o te distraigan de tu objetivo.
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No escatimes en esfuerzos y decisiones. Esto es, si hace falta un paso determinado para alcanzar tu
objetivo: hazlo. En ocasiones tenemos que dedicar tiempo, o gastar
dinero, en algo a corto plazo para conseguir el objetivo a largo plazo.
Míralo como una inversión no como un gasto.
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Nunca pierdas de vista tu objetivo. Cuando aparezcan inconvenientes, asúmelos como parte del proceso.
Todo tiene su lado bueno y su lado malo. En el momento en el que decidiste
luchar por conseguir esa meta no te importó asumir que ibas a tener que hacer
cosas difíciles para obtenerla.
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No gastes tiempo en quejarte, sólo te quita energías y no te soluciona nada.
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Oblígate a actuar. Habrá ocasiones en las que tengas poca energía y otras en las que
tendrás que realizar tareas que no te gusten. En estos casos: autocontrol.
Oblígate a hacerlo, no pienses en si tienes ganas de hacerlo o no. De hecho, no
te hacen falta "tener ganas" para hacer las cosas. Todos hacemos
muchas cosas a lo largo del día que no tenemos ganas de hacer y las hacemos, y
una vez que las hacemos, nos damos cuenta de que no son para tanto. Primero se
hacen las cosas y luego entran las ganas. Lo hago y punto, no pienso si me
apetece o no.
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Aprovecha los días en los que te encuentres
más alegre, optimista y con más energía para
hacer las cosas que te cuestan. Es en esos momentos en los que podrás realizar
una tarea difícil o podrás llamar a esa persona con la que te cuesta hablar.
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Rodéate de personas optimistas, que luchan por lo que quieren conseguir. Todo se contagia, el
pesimismo y el optimismo.
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Fíjate en la parte que llevas
conseguida, no en la que te queda por
conseguir.
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Y, sobre todo: disfruta del camino. Porque el ser humano disfruta de
la ilusión cuando lucha por las cosas, no cuando las consigue. Una vez que
hayas conseguido tu meta, tendrás que buscar otra nueva para volver a
ilusionarte.