miércoles, 14 de abril de 2021
Las claves de la asertividad: Aprende a ser asertivo
Comienza con algo pequeño:
Si la idea de ser asertivo te hace
sentir especialmente mal o inseguro, comienza con situaciones de bajo
riesgo. Por ejemplo, si pides una hamburguesa, y el camarero te trae un salmón
a la plancha, hazle ver su error y envíalo de vuelta.
En el camino para ser más
asertivo, el NO es tu mejor compañero. Debes decir no más a menudo. Es
posible ser firme y decidido con el NO sin dejar de ser considerado.
Al principio, decir que no puede
hacer que te sientas ansioso, pero con el tiempo llegarás a sentirte bien y
bastante liberado.
Es probable que algunas personas se
sientan decepcionadas ante esta nueva situación. Pero recuerda que mientras expreses
tus necesidades de una manera considerada, no eres en absoluto responsable de
su reacción.
Cuando te estás afirmando a ti
mismo, menos, es más. Haz tus peticiones de manera sencilla y directa. No hay
necesidad de dar explicaciones elaboradas (véase más adelante). Es suficiente
con decir cortésmente lo que piensas, sientes o deseas.
Utiliza el «yo»:
Al hacer una petición o expresar
desaprobación usa el «yo». Hazlo siempre en primera persona. En lugar de
decir: «Eres muy desconsiderado. No tienes ni idea de lo duro que ha sido el
día de hoy. ¿Por qué me pides que haga todas estas tareas?», debes decir «Estoy
agotado hoy. Veo que quieres que haga todas estas cosas, pero no voy a poder
hacerlas hasta mañana».
Al menos que estés pidiendo algo que sea manifiestamente irrazonable, no hay razón para sentirse culpable o avergonzado por expresar una necesidad o deseo. Así que deja de pedir disculpas cuando pides algo. Sólo pídelo educadamente y espera a ver cómo la otra persona responde. Ser asertivo es comunicar.
Debes parecer seguro al hacer una
solicitud o indicar una preferencia. Ponerse de pie, inclinarse un poco,
sonreír o mantener una expresión facial neutra, mirar a la persona a los ojos,
son acciones que denotan seguridad. También debes asegurarte de hablar con
claridad y en voz lo suficientemente alta.
El
resultado de una acción asertiva puede llevarte a conseguir exactamente lo que
quieres, o quizás un compromiso, o tal vez un rechazo, pero independientemente
del resultado, dará lugar a que te sientas más cerca de controlar tu propia
vida.
La asertividad alimenta la confianza en uno mismo, mejorando así la autoestima. Optimiza el control de tu vida y tus emociones, y mejora sustancialmente las relaciones con los demás.