El proceso de orientación vocacional obliga a la persona interesada en decidir su futuro profesional a reflexionar sobre sí mismo, sus gustos y preferencias; al mismo tiempo le permite interiorizarse con las diferentes carreras y profesiones, ya que se analizan ciertos aspectos como las características y roles laborales.
Otro de los beneficios del
proceso de orientación vocacional es que le permite a los alumnos identificar y
desarrollar sus habilidades, intereses, fortalezas y oportunidades. Esto es
sumamente provechoso al momento de elegir un rumbo profesional en el cual se
puedan desarrollan íntegramente y con mayor satisfacción.
Además, mediante la
orientación vocacional los alumnos pueden llegar a construir un objetivo de
vida que sea tanto realista como alcanzable. Este objetivo inicial es el que va
a estar presente en todo momento, guiando las decisiones personales, laborales
y académicas.
Un proceso de orientación vocacional
eficiente puede ayudar a prevenir la deserción escolar o el abandono prematuro
de los estudios académicos. Es decir que gracias al proceso de orientación
vocacional los alumnos comienzan una carrera con mayor determinación.
Otro de los beneficios de la
orientación vocacional consiste en su capacidad motivadora. Los estudios
vocacionales de calidad y enfocados a carreras específicas, influyen
directamente en los alumnos. Muchas veces su desempeño aumenta de manera
extraordinaria ya que se auto imponen metas y comienzan a ser más exigentes en
cuanto su futuro académico.