martes, 20 de octubre de 2020

Situaciones y problemas en los que resulta adecuada


La terapia de juego puede ser empleada en una gran variedad de problemáticas y trastornos de diversa índole, y de hecho se utiliza en muchos ámbitos de intervención.

Algunos trastornos y situaciones en que puede ser de gran utilidad son ante la presencia de alteraciones emocionales, ansiedad, pánico o baja autoestima. Niños que hayan vivido eventos traumáticos como abusos sexuales, violencia intrafamiliar, abandono de uno o ambos progenitores, bullying o muertes de seres queridos pueden expresar y procesar sus sensaciones y vivencias con este tipo de terapia. También resulta útil para procesar, expresar las emociones que provocan y trabajar fenómenos como el divorcio de los padres, cambios de domicilio o precariedad económica.

Por último, también resulta de gran ayuda en niños con problemas en la comunicación y menores que presenten trastornos como el TDAH, obsesiones, autismo, trastornos alimenticios o trastornos del estado del ánimo como la depresión.

En general este tipo de terapia provoca una disminución del miedo y la ansiedad, un aumento de la sensación de control, la autoconfianza y las habilidades sociales y la generación de nuevas perspectivas y estrategias de afrontamiento, además de una mejora sustancial del estado del ánimo.



Tipos de actividades que se realizan

 

1. Juguetes basados en la expresión simbólica

Utilizar una casita de muñecas o elementos simbólicos como una cocina suele provocar que los niños representen situaciones parecidas a las que viven en el hogar. Asimismo, es frecuente el uso de peluches y animales de juguete a partir de los cuales el niño puede jugar libremente e introducir al terapeuta mientras explica que está ocurriendo.

 

2. Teatralización

También el juego de roles y el uso de disfraces permite que los menores expresen sus inquietudes internas a partir de la representación teatral. Juegos de imitación o simular situaciones concretas pueden servir no solo como mecanismo de expresión, sino también como exposición a situaciones conflictivas y como modelado para aprender cómo actuar ante ellas.

 

3. Métodos vinculados a la expresión corporal

Este tipo de métodos son especialmente importantes en el caso de sujetos que evitan o buscan de manera excesiva el contacto físico. Dentro de este grupo de técnicas podemos incluir la danza, la imitación o juegos en los que se representen peleas o luchas (por ejemplo usando espadas de juguete).

 

4. Métodos relacionados con la creación artística y la construcción

El dibujo, la pintura y el uso de barro o plastilina son también frecuentes en el uso de la terapia de juego, ofreciendo información de gran valor y permitiendo la expresión de su psique. Otros juegos que suelen emplearse son aquellos en los que el paciente ha de elaborar o construir algo.

Puede contar una historia a partir de elementos visuales que se le presenten (por ejemplo presentarle determinados objetos o dibujos), utilizar cuentos o emplear elementos de construcción tales como figuras de LEGO o puzzles.



Terapia de Juego

 

Es un método empleado en Psicología para el análisis y tratamiento de las problemáticas de los pacientes, generalmente en el caso de niños o sujetos con trastornos del neurodesarrollo o discapacidad intelectual severa.

Se basa en el uso del juego como elemento de comunicación, gracias al cual el paciente puede llegar a exteriorizar sus emociones y experiencias de manera simbólica. No solo sirve como mecanismo de expresión, sino que permite al sujeto procesar y trabajar la información a nivel consciente e incluso elaborar y/o aprender maneras de hacerles frente. Su funcionamiento es en apariencia simple, pero exige un elevado nivel de observación por parte del profesional y la capacidad de que el sujeto se sienta seguro y apoyado.

Generalmente se aplica de una forma constante y más o menos cercana en el tiempo, como por ejemplo de sesiones semanales en la consulta, la escuela o incluso en el propio domicilio del sujeto de manera por lo general individual. El terapeuta puede llevar a cabo la sesión de forma directiva (dirigiendo los juegos) o bien no directiva si se permite el juego libre del menor.

Previamente se seleccionan materiales y juguetes que permitan al menor expresarse y a partir de los cuales poder establecer simbolismos, como por ejemplo marionetas, animales, casas de juguete, elementos de construcción, barro o plastilina o instrumentos musicales.